¡Hola, quesadilleros! El día de hoy les hablaré sobre esos momentos que se quedan guardados en tu mente todo el tiempo, esos que recuerdas cuando estas triste o cuando estas feliz; los momentos emotivos.
Yo soy del tipo de personas que cualquier momento es emotivo; como cuando aprendí a andar en bicicleta... a la edad de 15 años. Nunca nadie en mi familia me había enseñado a manejar una bicicleta y yo quería aprender. Un compañero de secundaria siempre llevaba una y se la pedí prestada. Como es obvio terminé con un golpe en la rodilla y raspones en el brazo.
Con el paso del tiempo, mis amigos me enseñaron a mantener el equilibrio y esas cosas. Hasta que un viernes del mes de abril (Lo recuerdo perfectamente) logré avanzar 10 metros sin caerme. Fue muy emotivo. Hasta que llegué al metro 11. Sólo les diré que quedo sangre en el piso.
Poco a poco fui aprendiendo hasta perfeccionarlo. Hoy en día ya puedo avanzar los metros que sean sin terminar en el suelo.
Si tu tienes 15 años y aún no sabes andar en bicicleta te recomiendo que tomes prestada la bicicleta del vecino y aprendas, la bicicleta es de mucha utilidad.
Esto es todo por el momento. ¡Hasta luego!
Esos acentos siempre son de utilidad, porque no me "quedó" muy claro, el porqué de tantas manchas sobre el suelo. Pero eso me hace comprender por qué no uso bicicletas.
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